Lo mejor del año 2017


Os dejo mi tradicional lista con lo mejor del año pasado en cuanto a cine, series, lecturas y demás. 2017 ha sido un año muy especial para mí en lo personal, pero me ha tenido bastante liado, por lo que no he podido ver todo el cine que me hubiera gustado (no obstante, creo que ha sido un año bastante insípido en lo cinematográfico). Pero bueno, como algo he visto, allá vamos. Ni me molesto en añadir eso de que intentaré ser breve.

TOP PELÍCULAS (por orden alfabético):

- COCO.


- DÉJAME SALIR.


- A GHOST STORY (entrada en La Bobina, aquí).


- MADRE!


- SELFIE.



 Menciones especiales y guilty pleasures:

Estuvieron a punto de entrar en el top: PERSONAL SHOPPER (o cómo Olivier Assayas hace lo que le da la gana y la clava –entrada en La Bobina, aquí (por cierto, desde hace tiempo he reivindicado la calidad interpretativa de los crepusculitos Kristen Stewart y Robert Pattinson, y me alegro de que ambos me sigan dando la razón película tras película –Taylor Lautner no, ese tío apesta­–)–), MOM AND DAD (ataque indiscriminado a la institución familiar de espíritu crankero con Nicolas Cage desatado en plan bien bajo la batuta del visionario Brian Taylor… ¿qué podía fallar? –por cierto, yo creo en la institución familiar, pero es una opción personal y muy meditada, y me repelen las personas que asumen esa elección vital por inercia, de ahí que me encante esta película–) y JIM & ANDY (no vais a ver un documental mejor este año; gracias Jim Carrey por no abandonarnos del todo).
Otras cosas que ya no están a tanto nivel pero me interesaron por diversas cuestiones fueron EL AMANTE DOBLE (locura desfasada de François Ozon –¡esa escena final completamente innecesaria!– con el mejor plano cinematográfico de este año a años luz del resto –¡la vagina-ojo!... a sus pies señor Ozon (entrada en La Bobina, aquí)–), THE DISASTER ARTIST (maravillosa y divertidísima, pero no deja de ser Ed Wood 2.0), CALL ME BY YOUR NAME (maravillosa, sutil –melocotones aparte (¡en el libro he oído que se lo come!) –, hermosa y delicada, pero no deja de ser Brokeback Mountain 2.0 –el plano final es exactamente igual, aunque se cambie chimenea por armario–), TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS (que sí, que muy bien, pero ya existen los Coen –a cuyo espíritu la serie Fargo está haciendo un flaco favor– y el año pasado Comanchería fue mejor), WIND RIVER (pero el año pasado Comanchería le quedó mejor ), VERANO 1993 (intimista, preciosa, delicada… me hizo llorar en su plano final. Pero no sé, existiendo Erice… tampoco inventa la Coca Cola; ah, y los detalles de la niña que parecían anunciar una futura personalidad psicópata me descolocaron un poco), IT (sí, It; un aplauso a este blockbuster por tantos detalles interesantes y por un cansino revival ochentero –de unos ochenta que nunca existieron así no obstante (algo por otro lado inevitable en el ejercicio del recuerdo, y más si se recuerda desde la nostalgia) – mucho menos impostado que Stranger Things y sucedáneos), PIELES (la película más bobinopandoriana del año, con todo lo bueno y malo que esto conlleva –entrada en La Bobina, aquí–), BABY DRIVER (el talento de Edgar Wright al 100% en un espectáculo fascinante al servicio de la nada más absoluta), MARJORI PRIME (lo contrario: una fantástica idea con muy poquito cine en su forma), BRAWL IN CELL BLOCK 99 (deliciosa película –en mi opinión, superior a Bone Tomahawk– que se rinde a los encantos del cine serie B… demasiado), THE SQUARE (una serie de divertidas escenas concatenadas sobre el absurdo de la vida y el arte moderno que, no obstante, quizás no casan como un todo y se quedan en recopilación de –excelentes– ocurrencias), LOVING VINCENT (lástima que tanta belleza y tanto esfuerzo queden empequeñecidos ante una historia tan random –visionado obligado de todas formas–) o EL SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO (Lanthimos empieza a repetirse, pero de momento, y al contrario que autores como Haneke, a mí todavía no me empacha).
Otras películas más o menos estimables pero estimables nivel no me apetece dedicarles muchas líneas fueron EN CUERPO Y ALMA (la mejor peli que vi en el Festival de San Sebastián, una fantástica experiencia que superó a Sitges en ambiente y tapeo –no en películas, por desgracia–), THELMA, LA GRAN ENFERMEDAD DEL AMOR (he de confesar que me pilló por sorpresa, y la revelación de los títulos de crédito aún más), DETROIT, VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS (superior en imaginería y sense of wonder a la última de STAR WARS, un film que, todo hay que decirlo, me gustó mucho más de lo esperado –la pongo justo debajo de El imperio contraataca (con un par), lo cual tampoco quiere decir mucho porque a mí todo el tinglado de Star Wars me parece de una mediocridad e infantilidad alarmantes (creo es bastante más interesante como fenómeno que como universo fílmico–), T2: TRAINSPOTTING (podría haber ido peor la cosa), BLADE RUNNER (sin más, pero es bonita –en realidad casi podría estar en el top decepciones, pero ha habido cinco pelis que aún me han decepcionado más–), LA BELLA Y LA BESTIA, THE FLORIDA PROJECT (o como a mí me gusta llamarla: “Verano 1993 White Trash”), VERÓNICA (impagable banda sonora), DOWNSIZING (a pesar de que Alexander Payne no tenga claro en ningún momento qué coño nos está contando) o PERFECTOS DESCONOCIDOS (a pesar de ser un remake sinvergüenza).

Respecto al top, he vuelto a dejar un hueco por respeto a las películas que todavía no he podido ver y que intuyo que podrían tener alguna posibilidad (PHANTOM THREAD –aunque Paul Thomas Anderson nunca me mata–, Z. LA CIUDAD PERDIDA, EN REALIDAD NUNCA ESTUVISTE ALLÍ, THE DEATH OF STALIN, REVENGE, DEMONIOS TUS OJOSMUCHOS HIJOS, UN MONO Y UN CASTILLO, JUPITER'S MOON, ZAMA…). No es un mero detalle caprichoso: el año pasado hice la lista antes de ver Crudo y a ella le pertenecería ese hueco.
Respecto al top 5, A GHOST STORY viene de la cosecha Sitges y es lo mejor que he podido ver del festival del año pasado. Quién iba a pensar que un tío con una manta encima con dos agujeros en los ojos me iba a provocar tantas sensaciones. La veo de alguna forma emparentada con Personal Shopper, otro film que como ya he dicho me fascinó. En realidad, las cinco películas del top de este año guardan ciertos paralelismos. En la mayoría ha primado el factor emocional: es decir, no sólo he buscado películas formalmente estimables, sino que me tocaran. Estoy harto de ver cosas como La forma del agua o Tres anuncios en las afueras, tan pensadas, tan trabajadas, tan pulcras ellas, pero muertas y con un hedor a ya visto que repugna (sobre todo la primera). Dos de ellas hablan de la muerte y el más allá, en casi todas las casas ejercen una importante función como escenario, tres son atemporales, dos tratan cuestiones del presente. En fin, que me enrollo. A Ghost Story es una muy buena película y hasta sus fallos (PE, su arrítmico ritmo) encajan en el todo (¡vivimos en tiempo fantasma!). Y sólo por el monólogo sobre la vida que suelta el tipo en la fiesta merecería estar en este puesto. Con esta película David Lowery se ha convertido para mí en alguien a seguir. COCO ha sido la sorpresa del año porque desde hace tiempo ya no esperaba meter a una película de Pixar en un top anual. A ver, Pixar casi siempre cumple, pero en un top nunca entran cosas “que cumplen”. Y hace ya diez años de Wall-E y hasta ahora la compañía no había vuelto a alcanzar esos niveles. Por eso conforme fui visionando la peli me fui ilusionando cada vez más, hasta llegar a emocionarme en más de una secuencia. No es ya sólo una de la películas más bellas visualmente hablando de la factoría Pixar (lo cual ya es decir), es que además presenta un tema como la muerte ante los niños de una forma totalmente honesta y sincera (los fallecidos sólo perduran de alguna forma mientras son recordados por sus sobrevivientes… tras lo cual, desaparecen. Estamos hablando de la tesis de una película infantil, repito, cuando ni autores adultos como Terrence Malick son capaces de evitar desvaríos poéticos pseudoreligiosos ante la muerte); siempre he defendido el fallecimiento de la madre de Bambi o la del padre de Simba, porque a los niños hay que mostrarles de forma más o menos velada las verdades de la vida (no como sagas sensibleras rollo Ice Age en las que en un mundo prehistórico lleno de peligros no fallece ni un mosquito), así que le doy mi aplauso a Pixar y la meto en el top con todas de la ley. DÉJAME SALIR es el ejemplo perfecto de cómo el cine de denuncia debería ser. Harto de cien años de esclavitud con el blanquito bueno Brad Pitt soltando peroratas mientras pule madera (no es coña esto), o de Detroits e historias crudas presentadas en el fondo con cierto morbo voyeurístico. No vamos a entrar ahora en cuestiones tan espinosas como la de si es obsceno el travelling de Kapo, pero ya digo que Django desencadenado sí que es una puta aberración. Frente a estas aproximaciones tan rancias o desafortunadas, por suerte, de vez en cuando llegan películas que, además de ser reivindicativas, también son inteligentes, divertidas –que no frívolas–, enemigas del cliché y con más capas que una cebolla. Para al que se le hayan escapado algunos matices de esta ingeniosa obra (a mí mismo el primero), os dejo este imprescindible artículo de la JotDown aquí (en la parte final es cuando habla de esta peli).  SELFIE es la mejor comedia que he visto en mucho tiempo. Y, en lo que a actuaciones se refiere, sinceramente, me cuesta mucho creer que Santiago Alverú no sea REALMENTE ASÍ. Estamos hablando de una comedia cuya mala baba alcanza las cotas de poner las únicas frases esperanzadores sobre el futuro de España en boca de una ciega, y cuya solución a la bipolaridad característica de la sociedad española se intenta solucionar a golpe de metáfora en un intento de relación que a todas luces parece abocada al más absoluto de los fracasos. No entiendo cómo esta película, con todo el valor que tiene, no haya tenido más visibilidad en los Goya u otros certámenes nacionales. Bien es cierto que Verano 1993 y Handia son grandes películas, pero otros films como Verónica o El autor, dentro de sus hallazgos, me parecen inferiores (me cuesta mucho olvidar esa chusca coda final carcelaria de El autor nivel teleserie Antena 3). Bueno, y de La librería y de Coixet directamente paso. Me dejo para el final MADRE!, A.K.A “WTF cinematográfico soportable” del año (porque el WTF cinematográfico del año a secas ha sido Twin Peaks, pero a ese farsante que lo aguante su madre –me explico: soy 100% amigo de la experimentación formal; de hecho, la mayor parte de mis películas favoritas tienden al experimentalismo (Arrebato, Persona, Carretera perdida –sí, no odio a Lynch, odio al Lynch farsante de estos últimos años–…). Pero una cosa es seguir películas confusas y extrañas en las que la historia ha de ser desmenuzada e interpretada con esfuerzo, y otra es seguir arbitrariedades en las que cualquier interpretación posible es fruto del capricho del espectador. A quien le guste esa línea dura, adelante, pero personalmente desde el Lynch de Inland Empire paso completamente de este hombre. La mitad de las críticas que he leído de la nueva temporada de su serie se reducían a “no entendí nada pero…”, “Lynch se ríe en nuestra puta cara pero…”. Por mi parte, paso completamente de esos discursos y de ese tipo de obras, tan próximas a ese todo vale del arte moderno que me repugna); retomo, MADRE! Es un WTF pero es un WTF nada críptico en realidad. Es fácil seguir más o menos lo que se nos está contando metafóricamente y tiene varios niveles interpretativos pero todos son complementarios y bastante coherentes. Por mi parte, aún hubiese preferido un pelín más de cripticismo, nivel Possession de Żuławski para entendernos. Aronofsky empezó a ganarme desde su obra maestra Cisne negro y la verdad es que el tío se mantiene en forma. Hasta me gustó Jennifer Lawrence, que ya es decir. Me atrevería a decir que esta ha sido para mí la mejor película del año (un año flojo, vuelvo a repetir), por encima de las cuatro anteriores.


TOP DECEPCIONES (y no me refiero a la basura que me esperaba –Twin Peaks–, ni a la que vi de forma voluntaria y consciente –Emoji: la película–, ni a la que he evitado –Sombras liberadas y excrementos DCMarvelitas–, sino a cosas que realmente prometían o en las que tenía depositadas ciertas esperanzas y que han resultado ser mierdas de gran calibre):

- THE SHAPE OF WATER, A.K.A “Amélie se masturba y se zumba a un pez”: el La la land del año, basura infecta despreciable e inverosímil sin tono, sin originalidad, sin universo propio (más allá del copiado aquí y allá), con un guión simple en el peor de los sentidos y un director de cierto calibre (este tío ha dirigido El laberinto del fauno, amigos) más perdido en su estilo que un pato en un garaje. Desagradable de ver y de recordar.

- DUNKERKE, A.K.A “Mucho ruido y pocas nueces”: Nolan a tope dando el máximo en lo que a forma y ruido se refiere. Eso sí, que los personajes NOS LA PELEN, no sintamos el dramatismo de la guerra en ningún momento o se nos cierre el film con una voz en off dando un discurso lamentable, amén de que se tergiverse modo gesta una actuación lamentable de los ingleses imagino que no debe ser importante.

- LA CURA DEL BIENESTAR, A.K.A “Pero qué mierda es esto”: peor resolución de película posible empatada con la siguiente. Y ojo que a mí Verbinski me mola, sobre todo por su obra maestra incomprendida Un ratoncito duro de roer, pero hay cosas como La cura del bienestar que son indefendibles.

- EL JUEGO DE GERALD, A.K.A “El final de Los Serrano era mejor”: buf. Parejita madura se va a una casa en el monte a hacer jueguecitos sexuales. El marido la ata de puta madre y le da un jodido infarto, y la tía se queda ahí en la cama, totalmente atada e incapaz de pedir auxilio A NADIE. Si este no es uno de los mejores comienzos posibles para una película decidme cuál es. Por lo visto, decidieron compensar este pepinazo inicial con uno de los peores finales posibles para una película, que no es cuestión de ser abusones. Que le den por culo al freak deforme, ¡joder! Asco puro.

- EL OTRO LADO DE LA ESPERANZA, A.K.A “Kaurismaki con piloto automático”: igual fui yo, no lo sé. Pero en esta película no sentí la magia y la frescura de Kaurismaki. Sé que debe ser muy difícil tener un estilo tan marcado y mantenerlo sin repetirte y acabar pareciendo una copia de ti mismo, pero con los premios que venía acumulando esta película la verdad es que no esperaba un film tan poco inspirado. Muy inferior a El Havre. Sigue siendo Kaurismaki, eso sí, y quizás es injusto meterlo en este saco, pero la verdad es que tenía mucha fe puesta en esta obra antes de verla y tras su visionado me quedé bastante frío.


TOP SERIES (a falta de ver cosas como Mindhunters):

- THE HANMAID’S TALE (la mejor serie del año).

- BLACK MIRROR (Charlie Brooker ya no es dios –cosas de aumentar el ritmo productivo–, pero sigue teniendo rachas e ideas de genio maravillosas).

- SHAMELESS (no es que me haya visto la última temporada, es que me he visto la serie desde el primer capítulo; empezó muy bien, continuó mal y remontó con piloto automático. Se sigue porque se le coge cariño por el camino a varios de sus personajes).

- JUEGO DE TRONOS (bajón total, pero sigue siendo un entretenimiento estimable; aunque con esta trayectoria creo que la serie va a tener un broche decepcionante)

- Y YA, ha sido un año tan lamentable que no me da para poner cinco series ni recurriendo a rellenos dudosos.

PD: hace dos años abandoné The Walkind Dead; el año pasado, Mr. Robot. Sigo con mi línea intolerante de abandonar una serie en cuanto siento que ya no me aporta tanto, empieza a dar vueltas, se repite o recurre a giros manidos. Este año he abandonado para siempre Fargo. La tercera temporada me pareció basura. De Twin Peaks ya he hablado antes. Fuck Lynch. ¡Ah! También he visto engendros como un par de capítulos de Easy y chorradas así, pero prefiero no dejar siquiera constancia.


TOP LECTURAS (no son libros publicados en 2017, sino leídos por mí durante 2017 –este año he leído bastante, pero no estoy contento, porque prefiero leer BIEN pocos libros que leer muchos libros de forma precipitada; para el año que viene, me he puesto la tarea de leer menos y mejor–):

- CONFESIONES DE UN ARTISTA DE MIERDA, de Philip K. Dick.

- HOLLYWOOD BABILONIA I & II, de Kenneth Anger.

- PARÍS ERA UNA FIESTA, de Ernest Hemingway.

- RUIDO BLANCO, de Don DeLillo (la mejor obra de este año, sin duda).

- VARIOS ENSAYOS (LA CONSPIRACIÓN CONTRA LA ESPECIE HUMANA, LA ESPAÑA VACÍA, HOMO LUDENS, MÚSICA DE MIERDA, ESCULPIR EL TIEMPO, MOMENTOS ESTELARES DE LA HUMANIDAD, LA SABIDURÍA DE LOS PSICÓPATAS, VIDA DE CONSUMO…), de varios autores.

Mis mayores decepciones han sido: APEGOS FEROCES (el forzado fenómeno editorial gafapaster del año), PUREZA (Franzen flojo y cansino), TALA (buen Bernhard, pero no el mejor), SIVAINVI (Philip K. Dick demasiado loco), GEORGE R. R. MARTIN en general (he intentado ponerme con su obra –leí entero Juego de tronos y empecé Choque de reyes– pero su mediocre prosa ha podido conmigo a pesar de sus giros y sus personajes), AL LÍMITE (lo peor de Pynchon con diferencia) o ME ACUERDO (Perec es un vendehumos).


TOP MÚSICA (como dice Fernandito, “yo de música no sé ná”, así que en este caso no dejo una lista con lo mejor de nada, sino con lo que más he escuchado):

- GENTE DE MIERDA, de Putochinomaricón.

- LONELY y NO IMPORTA, de Yung Beef (No importa, con AC3 y Lil Moss).

- MACAULAY CULKIN, de Ladilla Rusa.

- LO QUE SIENTO, de Cuco.


Menciones especiales a COMO UNA FERIA, de Joe Crepúsculo, OTW, de Damed Squad, o BIENAVENTURADOS, de El Coleta (con Supra y Écija).

Aquí lo dejo. Al año que viene, ¡más y mejor! Y al que haya leído esta entrada hasta el final que deje un comentario con su dirección y le envío a casa un pin. 

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