en un barrio
olvidado de esa ciudad de cuyo nombre no quieres acordarte […] has sido testigo
y parte de la historia (de amor no, de sangre y crimen) cruel y fascinante […]
: tú y tu fuerte compañera, la culebra: prolongación indispensable de ti mismo
y de tu modo de ser : insurrecta, viscosa, presta a enderezarse y saltar sobre
la víctima y a inyectar en ella el líquido mortífero que, diseminándose poco a
poco por el cuerpo, ocasionará irremediablemente la muerte : dotada de un
capuchón esférico y grueso y de un tronco crescido, grant e desmesurado : si
algún estímulo la despierta, la sierpe adopta una postura levantisca,
irguiéndose verticalmente sobre un anillo plano apoyado en la base mientras
extiende la capucha como una sombrilla e impulsa la cabeza hacia delante : lo
que acontecerá sin duda esta tarde cuando, siguiendo el itinerario de
costumbre, el niño regrese del colegio con la cartera en la espalda […], alumno
aplicado y devoto, idolatrado e idólatra de su madre, querido y admirado de
profesores y condiscípulos : muchacho delgado y frágil, vastos ojos, piel blanca
[…] : feliz no, más bien inquieto : acosado de presentimientos y deseos, presa
grácil, ansiada, de demonios e íncubos : cruzando la calle a horas fijas,
siempre solo, entregado a oscuras ensoñaciones […] : frente a la cabaña […] en
donde vives tú, el hosco guardián de obras misteriosamente interrumpidas:
cimientos de inmensa villa destinada a alimentar la vanidad de algún hombre de
negocios vertiginosamente enriquecido […]
aguardarás
como tantas otras veces la esbelta silueta del niño que vuelve del colegio con
la cartera a la espalda y darás […] con él : delgado y frágil : vastos ojos,
piel blanca [….], caminando sin prisa hasta el límite de las obras y acelerando
luego el paso, como si el adversario rumor que envuelve tu nombre hubiese
llegado ya a sus oídos : su corazón late más rápido y la sangre abandona su
rostro : medrosamente volverá la cabeza (y esperanzadamente también),
presintiendo, quizá, la lógica irrebatible de tu presencia, del exigente y
recio vínculo que os unirá más tarde
[…] la
serpiente : erguida ya y presta a inocular el líquido mortífero que segregan
sus glándulas […] espera con paciencia en la cabaña el momento de herirle e
inyectar tu ponzoña […]
todo
pretexto será bueno […] para justificar su visita : el momento mil veces soñado
de aproximarse a tu puerta y rozarla levemente con los nudillos: recado, señas
equivocadas, vaso de agua, balón perdido? […] : paso a paso caminará por la
calle desierta y, después de asegurarse de que nadie mira […], se detendrá ante
el umbral de tu choza […]
los golpes
suenan, breves y limpios : abres; y está allí : delgado y frágil : vastos ojos,
piel blanca […] : lo atraerás al lecho con violencia quieta y le mostrarás tu
inseparable compañera : la víbora : la cabeza triangular y aplastada, lengua
bífida, boca dilatable para tragar grandes presas, maxilar inferior dividido,
dientes huecos : o cobra quizá : de anillos córneos, erguida en postura
defensiva y con la capucha hacia delante : hacia el niño paralizado, mudo, que
no puede ni quiere apartar de ti la vista en tanto que la belicosa sierpe se
insurge y tu sangre, al sentirlo cerca, brinca y brinca hacia él sin poder
contenerse : apresándolo entre tus brazos : enorme, velludos, autónomos : con
el ronco deseo de estrujar su cuerpo endeble y quebrarlo : pero no es todavía
la hora y los dos protagonistas lo sabéis : el proceso destructivo no ha
comenzado : estáis en el preámbulo de la historia : y tú con halagos y mimos a
amansar le enseñarás la serpiente : disciplina de amor ilusa que su voracidad
aumenta y su cólera acrece : porfiosas de Rasputín caricias aprendidas en
iglesia o burdel, de labios de mujerzuela experta o baba de confesor cuitado :
hasta el punto de encovar la culebra con exactitud enérgica y sofocar el grito
de terror de una zarpada […]
escúchame
bien : confía en mí : un hada antipática […] me encerró en lóbrega y cruel
sepultura sin otra compañía que una culebra hambrienta : sólo la belleza de una
airoso mancebo podrá aplacar su rabia […] : no temas mi aspecto fiero : la
ternura es subterránea : el amor que me inspiras no tiene límites : quisiera
rajar mi corazón con un cuchillo, meterte en él y, luego, volver a cerrar mi
pecho : declaración falaz […] que tú murmurarás : […] impulsando la sierpe con
movimientos brucos e impetuosos : te guste o no te guste, me da igual, la
conocerás toda : y él (mejor así), dale con gritar : y tú a sondar : chilla,
chilla, le dices, que aquí nadie te oye […] : y él a gritar aún (mejor así), y
tú a oscilar : no, si te cansarás antes tú, te enteras? : […] el niño hostigado
por el áspid y el áspid azuzado por el niño : y, al fono, la suave melodía de
la flauta que diestramente tañes tú, el encantador : mientras el niño solloza y
tiembla y la aplacada serpiente vuelve a su guarida : mañana te espero,
chiquito : mañana empezaremos otra vez : y el niño se sustrae al hechizo y,
abrumado, jura y perjura no volver, invocando a Dios y a la Virgen y a los
Santos […], intentando zafarse de la telaraña que le envuelve, de la liga
untuosa en que se envisca, postrándose de hinojos ante el sagrario y repitiendo
entre lágrimas el Yo Pecador : pero todo es inútil y lo sabéis los dos :
llegada la hora, a su regreso del colegio, los pasos le encaminarán
inexorablemente hacia la calle desierta en donde el prudente celador de las
obras aguarda : […] y, abdicando sus buenas intenciones y propósitos [...], se
detendrá ante el umbral de tu choza […] los golpes otra vez, breves y limpios :
abres : y está allí : dócil, mansito, sabiendo ya lo que le espera, resignado a
la autoridad de la serpiente y el magnetismo de su encantador : y tañendo del
hijo de Hermes la flauta invisible […] orientarás la culebra (tu fuerte
compañera) hacia el secreto (no virginal) paisaje y pesquisarás con lenta
sabiduría el hueco (raja, medialuna) que agrieta (escinde) las codiciadas dunas
paralelas coronándolas de pronto con un tronco brusco […] sierpe del desierto
[…] que indaga e indaga, repta y explora, acaricia y nutre : erguida en postura
defensiva, con insumisión tenaz : y el niño no llorará esta vez y aceptará
calladamente tu trato : el yugo avasallador de tus brazos y el moroso festín de
la culebra […]
el áspid se
yergue frente a él y extiende con lentitud su redondea capucha : presto a
escupir e inocular el veneno que progresivamente inmoviliza su voluntad y la
somete a la tuya : rendido ya a tu riguroso trato, al recio y crudo amor que,
acatado por él, caudalosamente le prodigas […]
le obligarás
a arrodillarse desnudo[…]
la culebra
[…] abundosamente soltará su rubio desdén fluido
[…] el mundo
[…] partido en dos : a un lado, casa y aula, piedad y holgura, Sagrada Mesa y
mesa bien surtida : al otro, cabaña y fango, vergajo y lecho, lento oscilar de
la culebra, música aguada de su encantador : diariamente recorre la calle
desierta y, después de asegurarse de que nadie mira […], se detiene ante el
umbral de la choza : delgado y frágil : vastos ojos, piel blanca : […] árbol
joven, en plena primavera, ve mustiarse sus hojas, ve secarse ramas : […] áspid
oriental o cascabel amazónica : cuantas más veces se somete a ella tanto más
crece su esponjosa avidez : más, todavía más! : tonel agujereado al que
continuamente arrojan agua y nunca se llena […]
el veneno
sutil que inoculas le infecta y sus heridas supuran : sólo el rostro infantil
[…] se mantiene aún engañosamente intacto : […] abierta la caja de Pandora, la
enfermedad, la miseria, el tormento le invaden : un fuego destructor convertirá el limpio y gallardo
corazón del niño en un endurecido trozo de lava […]
en lo
futuro, nada que venga de él puede satisfacerte : su aspecto es horrible y
excluye toda idea de compasión : aunque putanee y se obstine tratando de
obtener el antes fértil, menguado ahora favor de la culebra, ésta se retraerá
de él […] : y una tarde […] le recibirás con festiva sonrisa y le ordenarás traer
a su madre : a su madre? : sí, a tu mamacita : por qué no? : […] tú mamá es
joven aún y elegante y bonita : […] fíjate en la choza : qué sucia y abandonada
y triste : reclama una presencia femenina : tu mamacita me gusta y, juntos, lo
pasaríamos muy bien : te sorprende? : vamos : no digas que no lo has pensado :
tu madre y la culebra, la culebra y tu madre : ella también es curiosa y la
quiera conocer : la religión, la moral dices? : tonterías : todas las hembras
son iguales : la culebra (mi fuerte compañera) manda : ellas (pobres o ricas,
viejas o mozas) obedecen : ninguna (óyeme bien: ninguna) discute o resiste a su
potestad : tu querida madre es como las otras : lo dudas? : tráela mañana y
verás : yo la sentaré acá, como hice contigo, y la iniciaré en las ceremonias
del culto : la entrega, el líquido desdén […] : y tú estarás delante y mirarás
: tu mamacita y la culebra, la culebra y tu mamacita : […] te gustaría verlo? :
dime : te gustaría? : […] pues lo verás, maricón, lo verás : con tus propios
ojos […] y, despiadadamente, asistirás a los sobresaltos y estertores de su
voluntad agonizante, al sutil y anticipado proemio de su muerte aguda : si no
la traes, iré a verla yo y le contaré cuanto has hecho […] : o vienes con ella
(te lo aconsejo, chaval) o te suicidas : te cuelgas del techo de una puñetera
vez y santas Pascuas: todos los crápulas terminan así
[…]
encaramado en una silla, el niño se anuda cuidadosamente la soga en torno del
cuello […] y se deja caer
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