Bucca fissa



El hombre que ríe (Paul Leni, 1928)

"La naturaleza fue pródiga en favores con Gwynplaine. Le había dado una boca que le llegaba hasta las orejas y una cara a la que no se podía mirar sin reír [...]".

Victor Hugo, El hombre que ríe.




El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2008)


Casa de tolerancia (L'apollonide) (Bertrand Bonello, 2011)

4 comentarios:

Tyler Durden dijo...

En 1869, Victor Hugo escribió en el exilio El hombre que ríe. Su autor consideraba que era lo mejor que había escrito, a pesar de que no fue tan apreciada como otras de sus obras. El título responde al apodo de Gwynplaine, uno de los personajes principales; hijo ilegítimo de un lord, es vendido a los dos años a una banda de compraniños por diez libras esterlinas. Son ellos los que le practican la operación Bucca fissa, en la cual se rajan los dos lados de la boca de forma que nace en tu rostro una sonrisa siniestra como la del Joker. Pero no nos equivoquemos, Gwynplaine fue el primero, y fue en él en quien Bob Kane se fijó a la hora de imaginar a su siniestro Joker, actualmente inmortalizado por Heath Ledger en la fantástica El caballero oscuro. Exacto: Victor Hugo es responsable, en cierto modo, de la sonrisa siniestra del Joker. Todo esto me vino a la cabeza viendo Casa de tolerancia (L'apollonide), una película tan fantástica que no voy a hablar mucho de ella, ya que posiblemente le dedicaré una entrada. Habrá que seguir con atención a este Bonello, que antaño ya atrajo mi atención con Le pornographe, peli con sexo explícito en la que el mismísimo Jean-Pierre Léaud hacía el papel de director porno.

Respecto al film de Paul Leni, decir que es bastante bueno, por lo que se ha perdido en un olvido que sólo mantiene vivas las obras maestras de la época muda del celuloide. Y que cuenta con el mítico Conrad Veidt como actor principal. Para los curiosos, creo que ha habido algún remake de la obra; el último muy reciente (2012), titulado (sorpresa) El hombre que ríe, con actores implicados de la talla del ruso Depardieu o Emmanuelle Seigner. Dejo una fotillo: http://www.lamanchelibre.fr/bayeux/photos/galeries/40287/min-380.jpg

Victor Hugo es un escritor pendiente, así que no diré nada. Y El caballero oscuro... bueno; es una peli que me encanta, aunque creo que ha terminado siendo muy sobrevalorada (al igual que su director). Y además, ya dediqué unas líneas en Filmaffinity a la figura del Joker, líneas que aquí os dejo. Un saludo a todos:

Tyler Durden dijo...

"Jamás eliminaremos el hálito siniestro que, nos guste o no, siempre ha acompañado a los bufones. Un payaso es un hombre detrás de una máscara, y por tanto, falsedad y engaño. El clown representa, además, la subversión más pura, la chanza a cualquier precio. Su ética de la broma desbarajusta las convenciones y trae la carcajada, que no es más que un espasmo involuntario en la cara, la pérdida de la racionalidad que caracteriza al hombre. El bufón desmitifica desde sus comienzos la tragedia, se ríe del destino y la muerte y de la solemnidad de los hombres. Él inventó el nihilismo mucho antes de que se creara esa palabra.

Con la Comedia del arte aparece Arlequín y Pierrot, que conformarán el payaso moderno, ese Miliki grotesco que ignora y oculta el oscuro pasado de sus antecesores. Pero su esencia caótica, su perfil anárquico, ha sobrevivido hasta nuestros días. Por algo existe la coulrofobia.

El Joker de Nolan, de Ledger y de Alan Moore es un payaso que recupera el legado de esos antepasados y lo magnifica. No soy un gran conocedor del cómic y no puedo decir si la visión de Tim Burton estaba más cercana al original que la de Christopher Nolan, aunque pienso que ese díptico -tan sobrevalorado como la interpretación que Nicholson hace del payaso- está más cercano a César Romero y a la grotescamente famosa serie televisiva que al verdadero Joker. Si me equivoco, no me importa. Sólo quiero rendir homenaje a ese siniestro bufón interpretado por Heath Ledger, que dignifica, recupera y a la vez trasciende la plétora de significados que engloba la “filosofía” payasa.

Ledger encarna a un Joker que es un brillante y sádico psicópata con un extraño sentido del humor de intenciones claramente patafísicas, patriarca de la anarquía, dadaísta del crimen que esconde profundos problemas psicológicos no resueltos tras su tenebrosa y bufonesca sonrisa. Él representa el caos y la locura en contraposición al orden, la seguridad y la justicia que intenta encarnar Batman. Es el paradigma del hombre absurdo de Camus cuesta abajo y sin frenos, un existencialista hastiado de la indeterminación y de las tesis reconciliadoras. El Joker es un bohemio de la locura, un revolucionario decadente sin ningún plan tras la masacre y la anarquía anhelada. Es, en definitiva, un Dios destructor. Un Demonio que recupera el significado del payaso (o loco) según el tarot: “Un joven que combina sabiduría e insensatez, que hace las cosas al tuntún pero bien", "perdido y sin rumbo". "No vive en la realidad; vaga de un lado a otro sin saber que busca, ni adónde quiere llegar". "Es el símbolo de la anarquía". "Cree en el azar como único factor que sobresale y es respetado". "Representa un principio de movimiento instintivo, opuesto a todo sedentarismo de la conciencia, a toda acomodación del ego". "El Loco es una figura que empuja hacia la vida de modo espontáneo, saltándose las protecciones conscientes y conservadoras".

El Joker es consecuente con su “filosofía”. Igual que Batman con la suya. Pero visto desde fuera, como un espectador de la tragedia, ese bufón descarriado y demencial parece estar más cerca de conocer la verdadera naturaleza del ser humano. Ante el caos, poco puede hacer el orden. El héroe muere o se transforma en villano.

El reloj alcanza la hora señalada y ninguno de los barcos explota. Nolan decide recordarnos que estamos ante un cómic, decide rebelarse contra los planes del Joker. Pero todos sabemos que ahí ha faltado un gran y esperado estruendo. Todos sabemos que nos han mentido, que nos hemos mentido. Batman cree en la necesidad de la mentira para mantener la “cordura”. Parece que Nolan también.

El payaso es, en el fondo, muy similar a un artista -artista del mal, pero artista-, mientras que Batman se asemeja más a, qué se yo... ¿un funcionario? El Joker parece más vivo. Odia el mundo y la vida, pero precisamente eso es lo que hace que la disfrute intensamente".

Tyler Durden dijo...

PD: se me ha olvidado decir que la razón por la que a Gwynplaine le grabaron la Eterna sonrisa fue para exhibirlo en un Freak-Circus, algo que me recuerda a la fantástica Freaks de Tod Browning (película en la que Olga Baclanova, también presente en el reparto de El hombre que ríe, repite).

Dejo un enlace más que habla un poco sobre estos espeluznantes circos de monstruos y los compraniños: http://www.cinefania.com/terroruniversal/index.php?id=187&pag=5

Y ahora sí que me despido.

Tyler Durden dijo...

PD:

He recordado a otro eterno sonriente, al que podréis ver en esa locura de Takashi Miike titulada Ichi the Killer:

http://www.theclinic.cl/wp-content/uploads/2013/03/ichi-the-killer.jpg