Kevin Carter (1960-1994)



"Kevin Carter fue un reportero gráfico sudafricano [...] que ganó un Pulitzer en 1994 por fotografíar a un niño sudanés famélico con un buitre detrás.
[...] La opinión pública entendió la foto como una alegoría de lo que sucedía en Sudán: el niño representaba el problema del hambre y la pobreza, el buitre el capitalismo y Carter la indiferencia del resto de la sociedad. La crítica se cernió contra él e intentó justificarse, alegando que el niño hacía sus necesidades, que la tribu se encontraba a unos 20 metros de él y que el animal esperaba su ración de comida [...].
"Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado al niño".
[...] El 27 de julio de 1994 Carter llegó al río de Braamfontein Spruit [...], un área donde él jugaba de pequeño, y se suicidó, tras pegar con cinta un extremo del tubo de escape de su camioneta".

Fuente: Wikipedia.


1 comentario:

Tyler Durden dijo...

Hay muchas cosas de la vida para las que no tengo una respuesta clara. Esta foto sería un ejemplo.

Hay tal cantidad de ambigüedades y dilemas morales que me sobrepasan. Por un lado, volvemos otra vez a algo semejante a la controversia tratada en el Especial Holocausto de este blog u otras entradas como la de Botero. Representación, denuncia... ¿Toda es lícita? ¿A qué precio? ¿Hay algún límite?

Podríamos decir: esta realidad debe ser mostrada, para concienciar... ¡pero no es real! ¡no es la realidad! Muchas fuentes alternativas confirman la versión del fotógrafo de que ese niño no estaba muriendo, que había un reparto de comida humanitario y los padres lo habían dejado un momento, y que el buitre sólo esperaba algunas sobras de dicho reparto. Por tanto, hablamos de alguien que manipuló una situación determinada bastante dura para que todavía pareciese peor, para obtener un renombre, para optar por un pulitzer... No es tan sencillo. Cada vez que veo una foto preciosa de una tragedia (las hay, la belleza de la destrucción en un hecho innegable), algo me chirría... ¿debe mostrarse fotos "tan trabajadas"? ¿No sería mejor una instantánea nerviosa y desenfocada de una víctima de la tragedia, un vídeo el youtube tembloroso, que informarse de la tragedia e intentará concienciar sin tanto filtro artístico de por medio? Quizás esté totalmente equivocado, no lo sé.

La figura de Kevin Carter es también digna de reflexión. Por un lado se le presenta como un fotógrafo sin escrúpulos que se aporvechó de un niño moribundo, de un tío drogadicto y errático... por el otro, parece un mártir de la fotografía tan concienciado con el sufrimiento de aquellas personas y tan acosado por la incomprensión que aquella fotografía acabó con su vida. Volvemos a la imagen vampírica. Sin embargo, en su nota de suicidio, merece recordar que "esperaba encontrarse con Ken" (un fotógrafo amigo suyo que había muerto hacía poco), y lo totalmente agobiado que parecía por la falta de dinero. Quizás su suicidio no fue algo tan heroico, ni tampoco fue un rastrero al que nunca le importó aquella foto. Quizás tan solo fue una persona que una vez hizo una foto, y que la vida se la acabó haciendo grande sin ningún tipo de motivo en concreto. Porque las cosas son así.