Lo mejor del año 2018


Os dejo mi tradicional lista con lo mejor del año pasado en cuanto a cine, series, lecturas y demás. Este año seré más breve de lo habitual, ya que no he podido sacar tiempo para recapitular con calma, pero no quería postergarlo más no se me fuera a juntar con el año que viene. 2018 fue un año fantástico en el que hice mil cosas, pero por razones personales también tuve tiempo de ver todo el cine que quería y más, por no hablar de la ingente cantidad de libros que leí. Incluso saqué tiempo para inventarme la intermitente y saludable costumbre del “Martes de cine clásico”, que consistía más o menos en ver (o volver a ver) junto a mi pareja pelis anteriores a mi fecha de nacimiento (salvo excepciones), lo cual nos permitió disfrutar de joyas como: M, EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF, LA EVASIÓN, HARAKIRI, LA REGLA DEL JUEGO, SER O NO SER, EL ÚLTIMO, VIRIDIANA, DERSU UZALA (EL CAZADOR), SONATA DE OTOÑO, EVA AL DESNUDO, CENTAUROS DEL DESIERTO, LA MUERTE TENÍA UN PRECIO, EL SUR, HASTA QUE LLEGÓ SU HORA, LAURA, UN CONDENADO A MUERTE SE HA ESCAPADO, EL INFIERNO DEL ODIO, EL SALARIO DEL MIEDO, EL MANANTIAL, EL GOLPE, EL BUSCAVIDAS, RAN y un largo etcétera. Sinceramente, creo que esos “Martes de cine clásico” fueron la razón principal por la que me ha costado tanto tiempo terminar la lista este año: tras ver tantas maravillas del pasado, me ha costado Dios y ayuda encontrar cinco películas top en 2018. Las comparaciones son odiosas, lo sé, y tengo que reconocer que no es justo, pero no he podido evitarlo; y si bien este año he visto muchos films notables, año que incluso me atrevería a catalogar como bueno en lo que a lo cinematográfico se refiere, la verdad es que también me ha costado trabajo encontrar no ya obras maestras, sino films verdaderamento sobresalientes. No obstante, como siempre hago un top cinco, con esto me he quedado:


TOP PELÍCULAS (por orden alfabético):

- AQUAMAN.


No estoy de coña. Sí, SPIDER-MAN: INTO THE SPIDER-VERSE fue más original y redonda, pero en esta casa somos muy de James Wan y una vez más tengo que quitarme el sombrero. Parecía increíble que una peli con una estética tan kitsch pudiera molar tanto, pero sí, moló tanto y un poco más. Jason Momoa se come la pantalla, la escena por los tejados en Sicilia es para enseñarla en clases de cine y el momentazo de La Fosa (¡esa inmersión rodeados de criaturas abisales!) me parece la mejor secuencia cinematográfica del año (Fuck Roma!). Repito: no estoy de coña.

- ANIQUILACIÓN (entrada en La Bobina, aquí).


Esperaba más, todo hay que decirlo. Alex Garland no alcanza la maestría y elegancia conseguida en Ex Machina (entrada en La Bobina, aquí). Pero ya hemos dicho que estamos ante un año flojo en cuanto a obras maestras y Aniquilación es un film especial que no se borra fácilmente de la cabeza. Me sobraba casquería y quizás hubiera pisado un poco más el acelerador lisérgico (a mí me gustan cosas como Under the Skin), pero bien. Sus segundas lecturas como metáfora de la enfermedad o las relaciones amorosas las compro. Dedo arriba.

- THE GUILTY.


Esta película es un puto prodigio de la economía de medios. Quien crea que para hacer una buena película hace falta un montón de pasta, que vea The Guilty y se meta sus ideas por el puto culo. Me gustó mucho más de lo que esperaba. No inventa la Coca Cola, ni falta que le hace, porque me quito igualmente el sombrero ante ella. Ojalá que cuando andaba haciendo cortos con los amigos se me hubieran ocurrido ideas así. A un nivel mucho más hollywoodiense, pero relacionado en cuanto trama y uso de las tecnologías (cambiando el teléfono por la pantalla del ordenador), SEARCHING también fue una peli muy estimable. Es un poco lo que podría haber intentado conseguir Vigalondo con Open Windows si no fuese un maldito patán (Open Windows es probablemente la peor película que he visto en los últimos diez años). Lástima de su giro final lamentable intentando agradar al personal que echa por tierra su virtuosismo técnico y cualquier remota posibilidad de que la hubiera contemplado como una candidata al podio. ¡Ah! Y ya que hablamos de ordenadores, no es perdáis CAM. ¡Buena mierda (en el buen sentido)!

- UNDER THE SILVER LAKE (entrada en La Bobina, aquí).


Maravillosa. La mejor película que vi en el festival de Sitges (sin contar Arrebato -entrada en La Bobina, aquí-). Podría decir más, pero ya lo dije, así que os dejo en este enlace mi crítica ya publicada en Filmaffinity.

- THE WILD BOYS (la cual me atrevería a coronar como la mejor -entrada en La Bobina, aquí-)


Yo a esta película prefiero llamarla El nacimiento de una nación del s.XXI, por ser un film magnífico con un mensaje abominable (hembrismo proaniquilador de todo rasgo masculino). Descubierta cotilleando el top ten de los de Cahiers, que todos los años de sacan la polla encima de la mesa, es una película sencillamente única. No inventa nada pero hace que todo parezca nuevo; de verdad, me pareció sublime nivel ir haciendo pausas durante el visionado para ver con más detalle algunos planos; tiene algo de La bella y la bestia de Cocteau, algo de Cero en conducta, sale una calavera de brillantes como las de Damien Hirst, la gente bebe leche de unos árboles tremendamente fálicos… y así todo el rato. A destacar la absoluta incomodidad que produce su visionado, en el que uno llega a sentirse como el Gustav von Aschenbach de Muerte en venecia (pero tranquilos, que tras un plot wish que deja a Shyamalan como a un pussy de los giros de guion tan solo te acabas sintiendo un Humbert Humbert cualquiera). Mucho más light y con un marcado mensaje feminista más llevadero (¡en comparación con The Wild Boys!), también me gustó bastante el moderneo semitransgresor de ASSASSINATION NATION.


Sé que esta es una selección totalmente anticanónica si la confrontamos con lo que se estuvo premiando y encumbrando por ahí, y con alguna película ciertamente irregular, pero he preferido valorar el riesgo por encima de prodigios formales o apuestas sobre seguro.

Ya que sacamos el tema, os voy a explicar por qué no me ha gustado (o no me ha gustado lo suficiente) todo eso que debería haberme gustado: FIRST MAN (¿Firstqué?); por suerte, nadie se acuerda ya de ese truño del gilipollas de Chazelle, enésima oda al sacrificio estúpido que no me molesté en ver, igual que no vi BOHEMIAN RHAPSODY (¿videoclip de 134 min. con el atontao de Mr. Robot ataviado con una quijada postiza Muchachada Nui style? NO, gracias), HA NACIDO UNA ESTRELLA (ni molesto en explicar las razones) o alguna chorrada más típica de los Oscars (tampoco he visto BLACK PANTHER, by the way –sí INFINITY WAR (y aún estoy esperando que alguien me devuelva los 156 min. de vida que perdí por caer en la tentación del hype)–). Y no soy un snob antifilms populares, ni antisuperhéroes (a AQUAMAN me remito), pero es que a mi edad no estoy ya para según qué cosas (como HAN SOLO –por cierto, a ver cuando alguien se atreve a decir de una vez que Emilia es la Reina Midas al revés–).
Caí en la tentación de GREEN BOOK para ver cómo se manejaba en lo serio el de Dos tontos muy tontos y no me arrepentí. La película suena a ya vista todo el rato, pero Farrelly se las apaña para que eso no suponga ningún problema y sigas el viaje de los protagonistas con agrado. Pero ya. Y de ROMA o COLD WAR, ¿qué decir? Pues que son dos películas excelentes (no seré yo quien lo niegue –y quien las tache de lentas que me coma el nabo, que quizás le guste más que el cine (porque desde luego, de cine no tiene ni idea)–). Recomiendo leer las numerosas entrevistas a sus directores que pululan por la red y la prensa escrita, pues permiten apreciar un sinfín de matices que pueden pasar desapercibidos en un primer visionado, lo cual deja entrever la sobresaliente arquitectura fílmica que sostiene sus historias. Pero en el cine no es todo arquitectura, y lo que me sucede con ambas cintas es que, a pesar de disfrutar con su impecable factura técnica y su calidad, las historias me dejaron como estaba. Me daba igual lo que les pasase a sus personajes. Me daba igual el campo de prisioneros y el feto muerto. Y cuando eso pasa, desconozco si es un problema del director o mío, pero me siento incapaz de colocar a un film así en mi podio de lo mejor del año. Menos sobresalientes pero igual de indiferentes me resultaron otras obras a las que llegué con auténticas ganas, como ISLA DE PERROS (preciosismo feísta a tutiplén en una de las obras más flojo+as de su director), LA FAVORITA (la película menos Lanthimos de Lanthimos –lo cual ha conseguido hacerle triunfar y que a mí me interese menos que nunca–), CLIMAX (una especie de El discreto encanto de la burguesía fallidamente bañado con LSD y pasado por un tamiz zulawskiano –no por casualidad se puede ver Possession -entrada en La Bobina, aquí- durante el fragmento inicial de las entrevistas–), etcétera. No sigo que me aburro.
Como guilty pleasures y cosillas a punto de entrar en el top destacaría, aparte de lo ya dicho, ENTRE DOS AGUAS (maravillosa película española que estuvo a punto de entrar en el top –no os perdáis tampoco La leyenda del tiempo, primera parte de la historia de Isra y Cheíto–), UN LUGAR TRANQUILO (estimable película que pierde fuelle al final –demasiado flipadismo– de un Krasinski que tras hacer el gilipollas intentando adaptar a David Foster Wallace parece decidido a moverse –con bastante buen hacer– en terrenos menos ambiciosos), LOS HERMANOS SISTERS (título de coña para un western marciano bastante recomendable), HIGH LIFE (que, para mi sorpresa, me resultó demasiado poco enfermiza), QUIÉN TE CANTARÁ (Vermut descafeinado), EL REINO (demasiado light para lo que realmente sufrimos en España), CAMPEONES (una película que se mueve en cuanto a guion como pez en el agua en un terreno muy resbaladizo, pero que, por el contrario, en su aspecto formal es tremendamente mediocre y poco arriesgada), THE NIGHT COME FOR US (ración anual de ostias indonesias cuya hiperbólica violencia acababa provocando la carcajada), LAZZARO FELIZ, BURNING (lo siento, no me flipó tanto como a todo el mundo), UN ASUNTO DE FAMILIA, DOGMAN… y si bajamos unos peldaños también podría meter a GORRIÓN ROJO, UPGRADE (merece un visionado), READY PLAYER ONE, GHOSTLAND (buena peli del género), VERANO DEL ’84 (un Stranger Things bien hecho), GIRL (final forzado), LA CASA DE JACK (espera más salidas de tono y menos filosofadas baratas), SUSPIRIA (no es tan mala –y la original no era tan buena–)… paro ya que me vuelvo a cansar.


TOP DECEPCIONES (y no me refiero a la basura que me esperaba –Tiempo después, Le Livre d'image (ambos directores ya chochean)…–, ni a la que vi de forma voluntaria y consciente –Jefa por accidente, Infinity War, Miamor perdido (la peor película que he visto este año con mucha diferencia)…–, ni a la que he evitado –Han Solo y otras deyecciones oportunistas de la fábrica de salchichas Disney–, sino a cosas que realmente prometían o en las que tenía depositadas ciertas esperanzas y que han resultado ser mierdas de gran calibre):

- EL HILO INVISIBLE.

- EL HOMBRE QUE MATÓ A DON QUIJOTE (y me duele en el alma, porque la historia hasta llegar a esta película y el esfuerzo y la ilusión de su director por llevarla a buen puerto merecería un libro –documental ya tiene–).

- AL OTRO LADO DEL VIENTO (¡dejad a los muertos en paz!).

- MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE.

- EL APÓSTOL / VOX LUX (empate técnico en cuanto a chascazo).

Este año no me cebo con las decepciones. No tengo tiempo ni ganas.


TOP SERIES:

- LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS (hasta los Coen en piloto automático se comen el panorama).

- BLACK MIRROR: BANDERSNATCH (no es tan buena como podría haber sido, ni exprime el formato hasta sus últimas consecuencias, pero merece estar aquí solo por el intento. Oscilando siempre entre lo bueno y lo excelente, Black Mirror siempre está en el Top –y el 2019 no será una excepción–).

- KIDDING (Michel Gondry es capaz de mucho más, pero sigue siendo Michel Gondry… ¡con Jim Carrey! Un sueño que se repite, diluido y descafeinado, pero que se repite).

- ¿QUIÉN ES AMÉRICA? (la nueva serie de Sacha Baron Cohen está llena de altibajos, pero cuando sube arriba se convierte en el artefacto más brutal visto jamás en televisión).

- Y YA, este año ha sido flojo y tampoco me ha dado para poner cinco series ni recurriendo a rellenos dudosos.

Paso de polémicas o de parecer Mr. Snob, pero tengo que decirlo: este año vi junto a mi pareja Los Soprano por primera vez. Enamorado de The Wire, esperaba que la serie que siempre le ha hecho sombra me regalara momentos impagables, y dejé de procrastinar a pesar del tiempo invertido que iba a suponerme. Y no. La inversión no mereció la pena. Decepción absoluta la de una serie a la que quizás no le hizo ningún favor las expectativas que llevaba de antemano, pero ni los personajes, ni la deshilvanada y caprichosa trama, ni las actuaciones, ni nada de nada lograron transmitirme nada más que estupor. Quizás le haya sentado mal el paso del tiempo. No lo sé. Quizás sea yo. Quizás vivamos en un hype hipertrofiado proseriófilo… pero desde luego, desde este año vivo con miedo de revisar The Wire.
Independientemente de esta tremenda decepción, que visioné hasta el final, respecto al resto de series sigo con mi línea intolerante de abandonarlas en cuanto siento que ya no me aportan tanto, empiezan a dar vueltas, se repiten o recurren a giros manidos. El año pasado abandoné para siempre Fargo. Este año le ha tocado a Westworld, cuya segunda temporada fue una auténtica bazofia, y a El cuento de la criada, que, a pesar de resultarme medianamente satisfactoria, creo que ya se terminó de exprimir todo lo que esta ficción tenía que contarme (por las mismas razones abandoné Stranger Things tras su primera temporada). ¡Ah! También hice intentos con Altered Carbon, (Des)encanto y The Purge (cuyas películas me encantan como el buen bocata de panceta que son), pero no hubo manera. Las abandoné a los pocos capítulos.


TOP LECTURAS (no son libros publicados en 2018, sino leídos por mí durante 2018 –por cierto, el año pasado me puse la tarea de leer menos y mejor… y no lo he conseguido en absoluto. Sigo leyendo como un energúmeno -29 libros, ni más ni menos- y sin paladearlos como debiera. A ver si al año que viene hay más suerte, pero de momento no tiene pinta–):

- PALABROLOGÍA, de Virgilio Ortega.

- LA MUERTE DE IVÁN ILICH, de León Tolstoi (la mejor obra de este año, a años luz del resto).

- EL RULETISTA, de Mircea Cărtărescu.

- REIVINDICACIÓN DEL CONDE DON JULIÁN, de Juan Goytisolo (sorpresón).

- DE RATONES Y HOMBRES, de John Steinbeck.


TOP MÚSICA:

Para qué mentir: básicamente, Cecilio.G (¡a quien pude disfrutar en directo!). Algo de Carolina Durante. Y también vi en directo a Los planetas. Ya está.

Eso ha sido todo; al año que viene, ¡más y mejor!

No hay comentarios: