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Título original: Porn of the Dead.
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos.
Director: Rob Rotten.
Guión: Rob Rotten.
Música: Decapitated, Blood Red Throne, Gorerotted.
Fotografía: Desconocido.
Reparto: Hillary Scott, Dirty Harry, Jenner, Alex Knight, Buster Good, Trina Michaels, Joey Ray, Rob Rotten, Ruby, Sierra Sinn, Trent Tesoro, Johnny Thrust.
Género: Pornográfico / Terror.
1 comentario:
No estaba muerto, que no. Estaba tomando cañas, y disfrutando del verano. Pero uno siempre regresa a sus vicios, como este blog, y más cuando la otra alternativa supondrá tener que ponerse a estudiar la última y desagradable asignatura que me convertirá en un Licenciado más en la cola del INEM.
Y ya que regreso, regreso fuerte. Tenía pendiente hablar de Nollywood. También quería hablar de la segunda parte de Mad Max... tengo nuevas y extrañas coincidencias, como los paralelismos de guión entre El manantial de la doncella de Bergman y La última casa a la izquierda. También quería hablar de Cocksucker Blues... En fin, es lo que tiene actualizar tan poco, que se te acumula el trabajo.
Al final me he decantando por Porn of the Dead, una película de Rob Rotten que intenta alcanzar -os adelanto que sin éxito- una estimulante meta: aunar de forma satisfactoria pornografía y gore (que no deja de ser otro tipo de pornografía: la pornografía de la violencia).
Y digo yo, ya que tienes los santos huevos de explorar algo tan complejo, ¿por qué no mantienes las pelotas durante el rodaje? He de decir que la película tiene sus puntazos, como el capturado para el blog donde la zombie, tras el folleteo de rigor, le arranca la polla de un mordisco al tío y un chorro de sangre salpica su cara a modo de semen (bueno, tras el semen, porque también hay corrida facial con anterioridad al mordisco), o cuando Hillary Scott homenajea con crucifijo en mano (y vagina) cierta escena de El exorcista. De una forma mucho más gráfica, por supuesto.
Y siempre está bien ver pollas reventadas y tías profanando crucifijos con su vagina, pero... en todo momento se mantiene el hándicap de sentir que estás viendo "otra" película porno. Porque ahí están los planos cutres, de corto amateur, algo que otras pelis como Portrait of a Call Girl, de la que ya hablé en este blog, supieron evitar con acierto (aunque sus larguísimas escenas de sexo mantuvieran igualmente el hándicap); ahí están las racanerías de vestuario y maquillaje, con una zombie cada vez menos zombie conforme se la van follando y la pintura se corre (nunca mejor dicho) con los fluidos corporales... y bueno, la música:
http://www.youtube.com/watch?v=1JJXuVYQ3nI
La música de esta película me produjo mayores problemas erectivos que la mezcla de gore y sexo explícito. Así que, al final, y a pesar de la valentía y de que Rob Rotten se pasase por el forro de los huevos las leyes norteamericanas que prohibían mezclar pornografía y sangre (o al menos, eso se comenta por la red), nos quedamos con una película que, como bien dice una crítica de Imdb, "No es sexy. No es terrorífica. No es divertida. ¿Qué es?"
Pues un experimento fallido, que no obstante se agradece. Que ya se ven bastantes calcomanías por todos los sitios... no obstante, para que digan que ya está todo hecho: ¿para cuándo una peli que mezcle con éxito gore y pornografía, muy bien filmada, con buen guión, que resulte aterradora y a la vez excite, que no huela a porno ni a serie Z, con un toque de comedia, un mensaje sobre el género humano y el apocalipsis que cale, cuyo guión reinvente de forma innovadora la trama de El viaje del héroe o la épica homérica y que haga su buena taquilla para dejar contentos a los que han puesto la pasta?
Ahí lo dejo.
En 2009, tres años después de Porn of the Dead, el mismo director realizó The Texas Vibrator Massacre, nominada a los premios AVN de ese año. Desconozco cuál fue el resultado, pero creo que ya he tenido suficientes crucifijos-consoladores para este año. Al que viene os lo cuento.
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