"No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena de ser vivida equivale a responder a la cuestión fundamental de la filosofía. El resto, si el mundo tiene tres dimensiones, si las categorías del espíritu son nueve o doce, viene después. Se trata de juegos; primero hay que responder".
1 comentario:
Camus respondió claramente a esta y muchas preguntas, convirtiéndose en la prueba viviente de una moral laica ejemplar. Aquí lo vemos con sus dos hijos, y rodeado de mujeres (María Casares entre ellas) y playa (él siempre tan mediterráneo y pagano)... la mujer anciana es su madre, Catalina Elena Sintes (menorquina), cuyo fallecimiento le afecó profundamente... como a muchos el suyo propio, tan joven, en un accidente de coche un día de lluvia... con los pedazos de su manuscrito póstumo, El primer hombre, esparcidos por el suelo
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